Así fue que un día le pregunté
a mi amigo Felipe si sabía
en qué andaba Erica García;
me contó que trabaja
en un bar de Reykiavich
que toca su guitarra y canta
los viernes por la noche
rabiosas versiones de los Talking Heads.
Parece que Erica
sigue editando discos calientes
para las gélidas almas
de los muchachitos de Europa;
se ha cambiado el color de pelo
por un rojo exuberante y se hace
llamar Anneli
cuando toca en pelotas
su guitarra eléctrica.
Algunas noches compone
historias de surfers brasileños
otras se gana un sobresueldo
en la zona roja
de la capital de Finlandia.
Su novio es un mercenario polaco
de ojos celestes llamado Jarro Bongo
amante del heavy metal
y del sexo duro.
.
6 comentarios:
Éricaaaa!
Creo que ya me había pasado algo con lo de Reykjavik y Carmen San Diego, no?
Debería.
Ahora me dan ganas de volver al original y jugar a encontrar las diferencias.
Tal cual, te habían pasado esas cosas Male, sucede que decidimos modificarlo un poquito!!
es que gracias a male yo tambièn recordé algo tan genial como el carmen san diego!
creo que erica merece un poemario breve.
martín y sus muchachitas. ohh.
http://www.facebook.com/ericafenix
feliz cumpleaños
Grande ¿Fran? Le acabo de mandar una invitación de amistad!
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