Aquella tarde tomaba una pinta
de cerveza gress
en un lounge bar de Glasgow
cuando me dormí
y comencé a soñar
que me convertía en una ballena
franca glacial rebozada de lonjas
de carne suave y húmeda
con bigotes como cables
de estaño y una dentadura
hermosa e incandescente
salpicada por esquirlas de atún
y membranas de pez.
De pronto ya no me interesaba
la televisión satelital
y el precio de los paquetes de snacks
en las góndolas de los markets británicos
sencillamente me sumergía
durante horas para atrapar
nubes de krill
en un mar sin fondo y oscuro
como deben ser todos los mares
del planeta.
Con paciencia aprendí a movilizar
mi masa corporal, el timmning
de las aletas y a regular
mi capacidad respiratoria que alcanza
los cincuenta y cinco minutos
con una sola bocanada
que oxigena mis ideas.
Las ballenas son seres solitarios
que tienen una o dos parejas
en toda una vida. Pensaba esto
cuando alguien me despertó
apretándome las costillas. Era
Claire. Estoy decidido, pensé
al ponerme de pie: inyectaré
en mi un combustible secreto
un torrente brillante que alivie
mis tiempos muertos.
.
3 comentarios:
awuanten los covers de uno mismo.
Hace mucho que no te leía.
Un placer.
Estas por publicar algo?
Hola Bruno! Por ahora la idea es escribir (cuando pueda) e ir acumulando, si surge algo supongo que será de prepo.
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