Facundo estudió cine, letras, periodismo; trabajó en una fábrica de anillados, fue guardavidas, administrativo en una pre-paga, limpió piletas en countris de zona norte. Un día conoce a Laura, se enamoran, planean tener un hijo. Finalmente, Facundo escapa de tanto amor y se va a recorrer el mundo. Al volver, compra un hotelito en Lobos y se instala. Ahi lo visita su viejo amigo, el narrador de esta historia. Pero entre tanta pasión peronista, algo se esconde en el subsuelo del hotel Montevideo: una jaula de tigre o de gorila, una pelela de plástico, una televisión de catorce pulgadas que repite siempre la misma escena.
El jíbaro del hotel Montevideo, en el nuevo número de la Revista Ese.
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El jíbaro del hotel Montevideo, en el nuevo número de la Revista Ese.
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6 comentarios:
uf, qué buen cuento, nene!
VIVA HIPÓLITO YRIGOYEN !
Ah, no!
La presenteishon esta garpa bocha. Lo leo de nuevo. Y qué groso estar en el género TERROR. Muajajaaaa.
Roma, me emociona tu celeridad lectora!
Este anónimo me pincha el culo y lo hace con mayúsculas!
Divertida no? Le da una entrada lateral al relato y tiene gancho. Aprendí un poco con lo de Impalpable!
Y una cosa más: necesito que publiques tu libro así puedo subrayar un montón de frasecitas que me gustan.
(me mata este juego: Verificación de la palabra: "colas")
A buscar editorial para el 2012!
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