De Estambul a Izmir

1.

De Estambul a Izmir
a lomo de camello
aspiro la fragancia de las dunas
y observo un perro
que avanza por la orilla del mar
en plan viaje de iniciación.

2.

Mi único amigo, el cowboy
que sueña con toros metálicos
duerme la siesta bajo un toldo carmesí:
por las noches me habla
con la dulzura de un equilibrista
en el tope de un cielo
tornasolado.

3.

Extraño las plantas donde habita
la naturaleza mansa del vértigo
cúpulas de clorofila
y una navaja filosa
para cortar un tallo
y que la savia se disperse
misteriosa
como un tornado inclemente.

4.

Finalmente
como un karateca que ya ha dado
lo mejor de sí
recorro las diagonales de Ankara
en busca de mi último discipulo;
susurro con la voz
que crece de una nuez
palabras como lirios efervescentes:
que tus ideales mantengan
su entereza
que la sombra no avance
con prisa ni aplaste
la plenitud de tu fuego.
.

1 comentario:

Noelia dijo...

Me gustó mucho. Los dos primeros sobre todo. Pero íntegro en muy bello.